La nulidad en ser

Quizás, en un principio aislado, me distraigo a observar;
todo ese sin fin de cuestiones que estamos obligados a
captar.
Aunque el juicio sea nulo, un tanto absurdo de interpretar, estamos
encaminados todos «al mas allá».
Es real el abismo, no te detengas ni un segundo
a contemplar.

Sentados en el que dirán,
son corroídos en el olvido.
Se acostumbran a las sombras,

pero danzan al compás de mi vals.
Y en un suspiro lejano, tu mirada se hace
difusa.
Aunque cueste la vida, es mejor respirar.

¿Como surgieron los videojuegos?

Parece redundante en medio del siglo XXI cuestionar el inicio de una de las grandes revoluciones en cuanto a tecnología: el surgimiento de los videojuegos.  Considerada una de las grandes industrias mundiales, capaz de mover y captar a todas las generaciones, desde los más pequeños hasta a adultos mayores, damos por sentado el comienzo de los mismos al mero hecho de la diversión cotidiana. Pero, indagando en lo profundo de esto, podemos observar que no se trataba solamente entretener.

De bombas nucleares a tenis de mesa

En los años 50, salió a la luz de la mano de William Higinbotham, un científico creador en el pasado de varias bombas nucleares, el primer videojuego. La misión del mismo, apuntaba a probar que la ciencia y los ordenadores, no solo se encargaban de instaurar la destrucción, las guerras y los estudios indiscutibles; sino también darle a los académicos una plataforma (un poco lejos del campo del entretenimiento masivo que hoy conocemos) para poder crear, reír, ser felices y ocupar su tiempo de ocio con algo que era la mediación entre lo científico, lo ordinario y la diversión.

Lo llamo “Tennis for Two”,  una plataforma creada con las pantallas de los osciloscopios y algunos circuitos de transmisores, el cual intentaba recrear una partida de tenis con una representación lateral del mismo, donde se podía ver una línea que refería a la red y dos rayas más pequeñas que hacían alusión a las raquetas a cada uno de los lados de la circular pantalla que tenían los osciloscopios. Un proyecto muy básico, que logró captar rápidamente la atención de sus pares de laboratorio, y más allá de que fue pronto desmantelado,  inicio la larga trayectoria que al día de hoy vemos, incluso en nuestros dispositivos móviles, de nuestros acompañantes más  íntimos.

El mismo William, después de un tiempo,  relego su invento para utilizar los materiales en otros proyectos, volviendo a su ambiente natural de ciencia que apuntaba a investigaciones básicas y continuo su activismo contra la expansión del campo nuclear, dejando a su tenis de mesa en el cajón de los recuerdos.

Durante la mayoría de años entre los 50 y 60, la industria quedo renegada, ya que nadie podía darse cuenta de la magnitud de tal descubrimiento y consideraban a los juegos como una gran pérdida de tiempo. Claramente, podemos formular varias teorías en cuanto a iniciadores del  campo y sobre todo, de “creadores” de piezas fundamentales donde luego se basaría lo que hoy conocemos; pero, a fines de los a los 60, la visión de que los ordenadores solo se limitaban al campo del trabajo y no podían tener fines lúdicos, llego a su fin.

Adolescentes que dieron un paso mas alla

En 1962, un grupo de estudiantes  de la Universidad de Massachusetts,  que era liderado por  Steve Russell,  retomo la idea olvidada de Higinbotham, desarrollando en sus computadoras de estudio el primer secuas del “Tennis for Two”. Su misión primordial fue demostrar la capacidad de estos nuevos equipos que llegaban a sus manos con fines meramente de estudio académico, dándole índole al aspecto lúdico anhelado. Y así fue, como luego de varias etapas de estudios y tormentas de ideas, que sacaron a la luz “Spacewar!”, lo que era en pantalla solo una combinación de estrellas líneas y puntos muy divertido de jugar, que con las pocas herramientas y poder adquisitivo que tenían los estudiantes en ese momento, fue transmitido a casi todas las computadoras del campus de la universidad , pudiendo también  conseguir su segundo objetivo, que era convertir estos minijuegos en algo totalmente popular, accesible y trasmisible entre ellos.

Los videojuegos y la contemporaneidad

En este breve resumen, podemos conocer, desde mi punto de vista, dos de los inventos que fueron la piedra fundamental donde se basaron todas las tecnologías y plataformas que conocemos al día de hoy en la industria mundial de los videojuegos.

Personas que decidieron ir mas allá de lo que sus ojos tenían enfrente y darle a los equipos que poseían un uso alternativo, permitiendo que hoy día, todos los usuarios de los diversos dispositivos tengamos al alcance de la mano millones de alternativa para descansar la mente, reír, llorar y convertirnos en uno solo con esos personajes que vemos reflejados en nuestras pantallas.

La historia de los videojuegos sigue escribiéndose día a día, y  es inimaginable pensar que William o Russell, hubieran  imaginado lo que sería de sus pequeños inventos caseros en la contemporaneidad;  y lo que yo realmente espero es que jamás dejemos de tener como a ellos, nuevos hitos e historias para ser contadas a lo largo de la historia de la humanidad.

La duda que se me presenta el día de hoy, radica sus raíces en lo mas burdo de lo cotidiano

Habiéndose presentado ante mí la dualidad, sobre la naturaleza humana del olvido, donde el o los recuerdos pasan a segunda plana del diario matutino de la consciencia por decisión, discutible, voluntaria o no;  salteando la casilla de “la memoria”, me pregunto a mí misma desde el vamos, si es algo tan relativo como subjetivo o simplemente se trata de la media normal establecida en los valores éticosociales amparados desde su nacimiento por la culpa social.

Ayer, ante la incertidumbre de una duda común, iniciada en mí en el medio de una conversación banal  y sin sentido; con quien dice ser mi más contemporánea amistad incorporada, me cuestione a mí misma algo que parecía casual: el porqué de yo saber nadar, es decir, realizar el ejercicio de la natación de forma “apta” para la supervivencia, y ella, mi interlocutora casi apenada, quien me contaba su contra partida, decía no saber hacerlo, con una seguridad que en cualquier comisaria, representaría libertad condicional bajo prueba de polígrafo.

Yo tan si, ella tan no. ¿Qué es lo que nos diferencia? ¿Porque yo SI, y ella NO?  Acaso, ¿Lo “normal” es que NO, y lo extraordinario que SI? Estas unas, entre miles, que solo yo ante una investigación podría responder-me.

El primer paso fue determinar una pregunta básica, de donde se pudiera partir para desmarañar el sin fin de pensamientos que presentaban cierta de carga de curiosidad en mis conexiones mentales. No hay duda, tenía que decirme: ¿Dónde, quien, y porqué te enseñaron a nadar?; flashback en forma de catarata escalonada de recuerdos se apoderaron de mí, algunos y en su gran mayoría, uniéndose entre sí. Ellos, que en lo ordinario, se encontraban desprendidos de toda consciencia para esta narradora, se presentaron de la forma más analógica y vivida que nadie jamás podría demandar;  (donde y por qué estaban escondidos, se lo dejo en suspenso al osado terapeuta que en algún momento, cruce su camino con esta ínfima fracción de ser humano, que casualmente, desde que nació tiene ganas de pensar, cuestionar y sobre todo de analizar).

La respuesta para mí, luego de un esfuerzo mínimo, fue clara. Yo ya había encontrado la foto en el archivo que determinaba, por qué si sabía nadar y las demás personas no. Era por una situación no común, no ordinaria, no cotidiana, no contemporánea, no colectiva, no masificada, no estandarizada, y por alguna razón que solamente las noches estrelladas, el universo se encargó de conectar, yo SI, y ellos NO.

Más allá de haber acoplado en mi memoria recuerdos frescos, que acaeciendo más de 15 o 20 años de su fijación, vinieron a mi como una corriente de sensaciones agradables, familiares, repletas de momentos de felicidad (casi plena), donde los problemas eran otros, donde la realidad más que lejana era soñada y sobre todo, momentos que cualquier humano en su sano juicio se alegraría de recordar, me sentí perpleja por lo que pasaría.

Bueno, para ser exacta, no estaba sola en mis recuerdos vigorosos de salvación ante la incertidumbre de saber o no saber nadar. Estaba acompañada de mi hermano menor, quien de hecho, era el protagonista casi absoluto de todas mis aventuras recreadas mentalmente al inicio de esta narración.  La familiaridad en mis historias fue tal, que decidí hacer parte de esta aventura del imaginar hacia el pasado a mi compañero de colonia de vacaciones del Sindicato de Luz y Fuerza durante muchos años: El Moncholito Veloz, más conocido, como el Tomy.

 

 

G: -Che Tomy, te acordas de Moncholito veloz?-

T: -Hola, la verdad que no-

G: -Cuando íbamos a la colonia! Creo que te habían dado esa calificación

En nado, a vos.

Moncholito veloz!-

T: -La verdad que no, POR SUERTE, no me acuerdo-

….

El, ante mí, su hermana mayor. Nuevamente diciendo que siempre, lo que a mí me hacía feliz, en este caso recordar anécdotas de un pasado donde todo estaba mejor para ambos, y quitar la manta de oscuridad que envuelve en su mayoría a todos los años de mi niñez y casi adolescencia, sin ánimo de ofender a la realidad que nos otorga el destino transitar, a él le generaba malestar.

Deshaciendo casi por completo todas las risas mentales que rebotaban en mi cabeza desde el inicio; cuando el, corriendo con su cara de pícaro se hizo presente en mi retina, como si el esfuerzo en el tiempo no hubiera sido nada y la vida de ambos estuviera simplemente cubierta de anécdotas rosadas y empalagosas, dichosas de mencionar.

Como si todo hubiera realmente sido nada, mi capacidad de minimizar el pensamiento al punto del inicio, para saber porque soy, porque hago, porque digo, porque respiro, se estancó en que para ellos, RECORDAR generar dolor y malestar;  ¿debe ser tan íntimo el desarrollo que el otro no tiene motivo para estar al corriente de “tus” temas que los involucran? ¿Por qué es necesario incorporar a más personas cuando queremos dejar algo realmente impregnado? Digo, habiendo podido ser capaz de recordar, por qué  DECIDIR ignorar y seguir creyendo que lo que paso, no es parte de lo que sos y no solo eso, sino más bien que ELEGIS olvidar para “avanzar”, y como si lo pasado te tuviera amordazado, yo siento que el lodo te cubre las rodillas.

¿Es correcto o incorrecto rememorar, honrar, y sobre todo RECORDAR?

No puede la división hacer tan difícil la ecuación, siempre se me complica captar, cuando el otro lado del rió presenta un paisaje tan y abruptamente diferente al que acostumbro retratar; allá, donde la maleza no se permite pisar para avanzar, donde el horizonte esta difuso, pero más allá del humo que sale de mi cabeza cuando la gente decida actuar, son las montañas de hollín que ese gran campesino, decidió mantener en sus terrenos lo que dificulta respirar.

Como podría ser, que siendo tan iguales por raza otorgada, seamos tan confusamente arbitrarios al momento de actuar. Entonces, siempre indiferente de cual sea la tópica diaria que engrasa los engranajes de mis neuronas en el momento de ocio, me pregunto: ¿Porque YO SI y ELLOS NO?!

Desarrollaremos.

asqueda de sentir que un lugar de pivilegio en el medio de una pandemia mundial
es la desidia misma, abalada por las desiciones de unos pocos que se dedican
a cagar, a hacer sufrir, gozando con el hambre ajeno, riendose de uno mismo
sentados en una mega mansion comiendo sushi.
Harta, de creer que mi privilegio es tener un trabajo al cual respeto, el cual
dia a dia dejo mi salud mental, donde mis decisiones son solo mias al momento
de juzgarme, pero de los otros al momento de pagar por mi sudor, dejando cada
palabra registreada en la nada. donde esta el privilegio en el hambre?
jugando con la ignoracia, agradeciendo lo que corresponde.
No sos mejor que los demas por pagar por mi trabajo, no es un favor que haces
darme lo que es mio.

Cuestión

Verborragia inminente, el peso en los hombros es cada vez peor. No entiendo que pasa,

 acaso si la tensión es real, donde está el equilibrio, me permito dudar.

Cada oración relatada con cierto son, estoy confundida, quisiera empezar

donde el comienzo es confuso, no hay más nada que hablar.

Es el acoso del constante, quisiera poder diferenciar;

la muchedumbre aparece, en el ir y venir, pero como poder negar la relación

intrínseca, cuando se presenta la noche, y se confunde el soñar.

Ojala existe eso, que te asombra al despertar.

Trabajo inminente, hasta dónde escapar? Olas, hordas, lobas, solas.

Quisiera estar en el allá donde el aquí se escape del ahora y nosotros

seamos solemnes olas del sur estar.

Estadios tardíos, oscilan en el más allá

estoy confundida, permitirme dudar.

Destruido

La desidia en la prensa te aplasto;

tan y así como un puñado de estúpidos,

corrieron por ahí.

 

Denegando el pensar, como habitué

se acopla a un frenesí hacia

ningún lado lejano.

 

Lagrimeando por el porvenir; te

encuentras solo, angustiado y

en la cornisa estas que agonizas.

 

Es tanto el agobio, que siempre

se sintetiza. Y contemplado con

honores, desfilas desnudo ante

el juez que te condena sin mirar

para atrás.

Gente hablando

viento frio agiliza el paso forzado del caminante.

donde todo se adhiere, te olvidas de pensar.

Quisieras ser otro, pero ocupas el mismo lugar

Das vueltas en círculos, te olvidas de captar

Me enfurece tu ira, donde quiera que estés

Porque más allá de mis días, el devenir es a-head.

Repasando las horas, el agobio es letal.

Son robots anómalos, acostumbrados a nadar.

Lata y agua mezclada. Más allá del soñar

Hoy

lodo y fango entre nosotros

en la batalla del sobrevivir

Hordas vencidas, abreviando

el camino. Derecho al abismo

nadie sabe quién soy.

 

Conociendo las habilidades,

desconociendo al cazador.

Donde están tus latidos

cuando las grietas

entorpecen el camino?

Baches mentales.

 

Intrépido el zumbido, la

señal desaparece. Detestable

humano, donde la falla aparece.

 

Responsables pero ignorantes

el límite desflorece.

Y en un sin fin de venidas,

la llegada se tuerce, caducado

el portador.

Matic

Ganado agobiado, en el

olvido se acopla.

Donde los latidos se

frizan; te olvidas de soñar.

Y como un bucle organiza,

su manera de actuar.

Automatico amigo, donde es

que vas a amoldar. Donde el viento

agudice, tu absurdo pasar.

Honda, gorda. Donde escondan

el que dirán